EL PÁJARO DODO

El Pájaro Dodo se vió por primera vez alrededor de 1600 en Mauricio, una isla del Océano Índico.
Sólo quedan dos cabezas de Pájaro Dodo y dos patas repartidas en varios museos europeos de este pájaro extinguido hacia 1681.

El Pájaro Dodo era un producto evolutivo típico de las islas. Carecía de un depredador natural, perdió la necesidad de volar. En consecuencia, sus alas se redujeron y atrofiaron y desarrollaron a cambio unas patas robustas y demasiado grandes para un ave de su tamaño. Con semejante desproporción el Dodo no podía caminar con la más mínima elegancia, mucho menos intentar correr. Estos atributos y su aspecto particular le valieron el apodo de pájaro bobo.

Los humanos llegaron a su hábitat en torno al siglo XVII y sobre 1681 se llevo el primer ejemplar a Europa. El nombre de Dodo (esúpido) viene dado por los portugueses que se mofaron de su torpeza y facilidad para ser cazado. El final del Dodo es muy triste. Tras nuestra llegada y la introducción en el ecosistema de enfermedades, ratas, cerdos y demás animales el Dodo pasó de un estado en el que no tenía depredadores a uno en el que le sobraban y por consecuencia se extinguió.